Visitó Hiroshima y Nagasaki, las dos ciudades devastadas por las bombas atómicas durante la II Guerra Mundial.
Su último evento en Japón fue la visita a la Universidad Sofía fundada por jesuitas en 1913.
Reflexionó sobre el problema del narcisismo. Les dijo que si quieren crecer deben dejar más espacio a los demás.
Mantuvo un encuentro con el primer ministro japonés que expresó la voluntad de Japón de guiar al mundo hacia el desarme nuclear.