“Agradezco a Dios el ejemplo de heroicidad que nos dan al cuidar de los enfermos”, dijo Francisco.
Explicó que “este es un pecado que el diablo puede usar para aniquilar nuestra vida espiritual y también nuestras vidas como personas”.
“Están arriesgando la propia vida, y dando la vida”, recordó.
Ofreció su Misa diaria por los miedos de cada uno de nosotros “cada uno sabe cuales son”, dijo.