Francisco invitó a meditar sobre si nosotros hubiésemos muerto en la cruz en lugar de Jesús.
El Papa advirtió contra la envidia. Dijo que “es una termita que te lleva a destruir, a hablar mal, a aniquilar al otro”.
La ofreció por las víctimas del coronavirus. Pidió que se retransmita en directo para que todos puedan participar.
Ha celebrado en directo la Misa desde su capilla privada para rezar por los enfermos.