Fragmentos de las reflexiones de las misas diarias por el Papa Francisco en Casa Santa Marta
Explicó que en los momentos de mayor dificultad, el Espíritu Santo es un gran apoyo.
Francisco habló sobre los frutos de la paz que Jesús había prometido a sus apóstoles.
Alertó de los cristianos que están apegados al cansancio, a la insatisfacción y al fracaso.
A la misa asistió el presidente de la República Italiana Sergio Matarella.
Pidió que en Cuaresma nos preguntemos si nuestro corazón es fiel al Señor.
Reflexionó sobre una de las propuestas que Cristo sugiere a sus discípulos.
Sugirió a los cristianos pedir a Dios humildad, no ser soberbios.
Invitó a los cristianos a dedicar cinco minutos al día a examinar la conciencia para comenzar de nuevo.
Explicó que Dios sufre con el dolor de las personas porque tiene sentimientos.
Francisco invita a los cristianos a hacerse la pregunta que Dios hace a Caín: '¿Dónde está tu hermano?'.
Puso el ejemplo de Juan el Bautista, en contraste con Herodes, Herodías y la bailarina Salomé.
Dijo además que es imposible ayudar a las personas si no se actúa con humildad.
Puso como ejemplo a San Juan Bosco, cuya fiesta se celebra hoy.
El Papa criticó a los cristianos que rezan el Credo, pero son vanidosos, orgullosos y apegados al dinero.
El Papa explicó que las personas solo crecen con las dificultades y aceptando los desafíos de la vida.
Explica que para poder amar a Dios, primero hay que amar al prójimo, también a los enemigos.
Francisco celebró la misa por el arzobispo Giorgio Zur, que vivió en Santa Marta.
Explicó que no se puede destruir a los demás con habladurías.
El Papa también se refirió a San José, que era un “hombre de sueños” pero no un soñador.
Recomendó a los cristianos meditar el capítulo 9 del Evangelio de San Juan.
Recomendó a los cristianos que se pregunten si son personas de palabras o de obras.
En su homilía diaria dio consejos para vivir el tiempo de Adviento