El padre Josh Johnson es hijo de un policía protestante afroamericano, y una enfermera blanca y católica. Creció en el sur de Estados Unidos.
Matthew Kelly escribió “Escuché a Dios reír” para enseñar a hacer oración.
La familia de muchos de ellos no pudo acompañarles a causa de la pandemia.
Provincial salesiano en Angola describe la paradoja de Iglesia secularizada en Europa y la Iglesia viva de África y Asia.