“Yo le doy un beso pero usted esté tranquila”, bromeó el Papa.
“Pidamos al Espíritu Santo que estimule en todos nosotros la llamada a ser evangelizadores”, dijo.
Esto nos hará “discípulos mejores”, dijo con motivo de la Semana por la Unidad de los Cristianos.
Un pequeño se dedicó a pasear por las escaleras que llevan al estrado principal, completamente ajeno a lo que en el palco estaba sucediendo.