Modifica el canon 694 del Código de Derecho Canónico y añade este motivo más.
“Para entender la realidad de la vida es necesario 'abajarse' como nos abajamos para besar a un niño”, dijo.
Francisco explica que “el secreto sacramentale es indispensable y ningún poder humano tiene jurisdicción, ni puede reclamar sobre ello”.